Hace ya muchos años que venimos escuchando sobre un problema que afecta a todos los humanos y especies que habitan el planeta Tierra. Ese es el cambio climático, un auténtico reto a nivel mundial que requiere de la labor de todos para frenarlo.
Pero, ¿qué es exactamente el cambio climático? Podría decirse que es un fenómeno causado por la emisión de gases de efecto invernadero, por parte del ser humano, a la atmósfera.
Debido a este hecho, la atmósfera retiene más calor del necesario, provocando que la temperatura del planeta aumente dando lugar a lo que se conoce como calentamiento global.
Este calentamiento global es la causa del cambio climático y ha causado variaciones en el clima que anteriormente nunca se habían dado de manera natural.
Este fenómeno negativo está afectando a todas las esferas de nuestro planeta y de nuestro día a día, llegando a afectar incluso a nuestras actividades diarias y llegando a causar enfermedades.
¿Y cómo afecta este problema a nuestros mares y océanos? El cambio climático está haciendo que la presión sobre las masas de agua aumente, aumentando los niveles de los mares y océanos y generando la acidificación de ellos mismos.
Partiendo del hecho de que hay más agua que tierra en nuestro planeta, desde 1950 el calentamiento de los océanos a supuesto un 93% del calentamiento respecto al resto de la Tierra.
Una vez más, un problema causado por las emisiones de gases de efecto invernadero como es el propio dióxido de carbono tan presente en nuestra vida.
Esto ha ocasionado un aumento de las temperaturas que se ha contemplado en el deshielo de muchas capas polares.
Además, debido a este círculo vicioso de calentamiento, deshielo y aumento de la cantidad de agua, las temperaturas del mar también han ido en aumento debido a la incidencia más directa del Sol a estas masas de agua.
Esto está provocando que muchas especies marinas migren de sus lugares de origen a otros puntos donde encontrar el refugio adecuado.
Y es que el cambio climático está cambiando por completo no solo nuestrass vidas, sino también la de todos los seres que habitan en la Tierra.
Una realidad de la que nosotros hemos sido partícipes en su creación y con la que podemos contribuir a su desaparición si cambiamos nuestros hábitos.
Elegir la sostenibilidad como manera de vida, reducir nuestras emisiones y cuidar de nuestro medio ambiente es solo el inicio para conseguir que el cambio climático no forme parte de nuestras vidas.