El océano, el gran azul de aguas saladas que baña las costas de los continentes del planeta. Un lugar el cual sabemos que está ahí pero del que no tenemos plena consciencia de lo que ha estado sufriendo durante estas últimas décadas.
Una gran fuente de vida llena de hermosas especies que llenan estas aguas de color y alegría. Pero que sin embargo, y año tras año, sufre un gran deterioro a causa de la falta de oxígeno.
El oxígeno de los océanos se está reduciendo a una velocidad indecente, una velocidad nada óptima para las especies que allí habitan, ya que cuanto más aumenta esta deficiencia de oxígeno, más peligran en desaparecer los peces, las algas, los corales y las demás especies de los mares.
Esta desoxigenación no solamente afecta a las especies que viven en los océanos, sino que también influye a los numerosos seres humanos que viven por y para el mar. Numerosos estudios han indicado que han aumentado de 4 a 10 veces las áreas oceánicas con poco oxígeno. Este dato impacta de forma directa a los humanos, ya que la mitad del O2 que respiramos las personas, proviene del océano.
¿Qué está causando esta falta de oxígeno? Pues principalmente, el cambio climático. El aumento de las temperaturas en las aguas marinas provoca el principal desnivel de O2. Cuanto más cálidas sean las aguas marinas, menos oxígeno podrán respirar las especies, sobre todo las que habitan en las profundidades de los océanos.
El cambio climático que provoca un aumento de Co2 y con él la acidificación del agua y la pérdida de oxígeno, reduce la capacidad que tienen los océanos de subsistir de bienes ambientales a las especies marinas y a los seres humanos.
Obviamente, el factor humano es uno de los más perjudiciales, ya que además del cambio climático, el gran vertido de residuos tóxicos que lanzamos a los océanos, influyen negativamente a que el oxígeno se presencie en las aguas marinas. La falta de oxígeno reduce la capacidad de crecimiento y supervivencia de muchas especies, impidiendo incluso su nacimiento, lo cual tiene como consecuencia principal, que entren en peligro de extinción.
Dicho esto, el mundo debe tomar consciencia una vez más sobre el daño que estamos causando a nuestros océanos, y que, de una forma u otra, nos estamos perjudicando los unos a los otros. Debemos frenar el cambio climático para procurar reducir este gran declive de oxígeno en los océanos. El oxígeno es crucial para que la vida marina en los océanos continúe estando en plena forma. Sin oxígeno, la vida marina se muere.
Demostremos nuestro #AmoralMar a los océanos y empecemos a cuidarlos de una vez por todas.