Probablemente, no hay nada más increíble que los océanos, y no lo decimos porque seamos amantes del mar (que también), sino porque su inmensidad es algo sorprendente, y mucho.
¿Sabías que los seres humanos solo hemos sido capaces de mapear un 5% del fondo marino? Si tenemos en cuenta que el 71% de la superficie de la Tierra está cubierta por océanos, ¡está claro que desconocemos una gran parte de nuestro planeta azul!
Pero, lo peor no es eso, sino el hecho de que ni siquiera seamos capaces de cuidar ese pequeño cinco por ciento: nuestros mares cada vez se encuentran más contaminados y sus aguas se deterioran con tal rapidez que da vértigo.Por esta razón, amantes del mar, hoy os traemos ni más ni menos que cuatro soluciones a este gran problema. ¡Vamos allá!
1. Evita el plástico.
Es esencial evitar aquellos envases hechos de plástico; lo mejor es optar por botellas reutilizables o recipientes no desechables, por ejemplo, o bien decirle adiós permanentemente a las bolsas de plástico decantándote por las bolsas de tela (que, además, son mucho más bonitas). Son precisamente esos plásticos de los cuales nos rodeamos día a día los que dañan los hábitats de muchas de las especies que habitan en el mar, causando, incluso, su extinción. Reciclar ya no es una opción, sino una prioridad para empezar el cambio.
2. Apoyo a la lucha por la causa.
Multitud de organizaciones luchan por el bienestar del fondo marino, aunque seamos desconocedores de ello. La realidad es que estas no reciben el apoyo suficiente en cuanto a la gran labor que realizan constantemente. Por esa razón, también está en nuestras manos dar voz y apoyar, de la forma que sea, a estas organizaciones a modo que puedan continuar luchando por la causa.
3. La información es poder.
¿Sabías que en los océanos hay más de 51 millones de partículas de microplásticos? Nos gustaría que este número fuera inferior, pero por desgracia no es así. Estos microplásticos provienen de productos tan cotidianos como la ropa, jabones, pasta de dientes, etc.
Puede que no lo supieras, y es que, para conocer este dato y muchas más cuestiones sobre nuestro fondo marino, la investigación es esencial. Por eso, nosotros te recomendamos que siempre leas los componentes de los productos que compras.
4. Evita el coche o la moto.
Siempre se ha asociado el conducir un coche o una moto con la comodidad. Pero, ¿cómo afecta esto a nuestros océanos? La realidad es que nuestros mares absorben un 30% del dióxido de carbono que se emite a partir de estos vehículos.
Existen muchas otras alternativas, como por ejemplo la bicicleta o el transporte público, con las cuales no impactamos de manera tan negativa en nuestros océanos.
Después de estos cuatro consejos, en Blanc Pescador queremos animarte a que aproveches el Día del Océano para empezar a ser parte del cambio. Nuestro amor por el mar y por el planeta deberían ser suficientes para cuidar lo que nos rodea y los beneficios que nos brindan los océanos puedan seguir existiendo.