Quizá ya hayas escuchado hablar anteriormente de un término que destaca la importancia de los mares y océanos como fuente importante de la economía. Esta es la economía azul.
Este tipo de economía considera que nuestros mares y océanos pueden ser el motor que mueva a los países gracias a su potencial para la innovación y para el crecimiento.
Unas fuentes naturales capaces de generar en nuestra economía un impacto más que positivo.
Pero, ¿en qué consiste en realidad este tipo de economía? Este concepto fue acuñado por el emprendedor y defensor de economía verde durante más de 35 años, Gunter Pauli.
Este defiende que la Economía Azul está inspirado en la tierra, y no tanto en la creación de soluciones responsables con el medio ambiente como defiende la Economía Verde y lo que supone grandes cantidades de dinero.
La Economía Azul es algo innovador en el planteamiento empresarial que defiende que solo con emular los ecosistemas naturales podremos lograr la eficiencia en la producción de bienes y servicios.
En otras palabras, su principal propósito es que las empresas sean eficientes a la hora de producir sus bienes y servicio sacando el máximo partido de los recursos que tenemos a nuestro alcance.
Gracias a esta corriente económica, se deja claro que los residuos son una fuente de riqueza que pueden ser aprovechados.
Una idea clave de esta Economía Azul es que el sistema de trabajo que debe seguirse, debe estar basado en la naturaleza. Es decir, que sea imitación de ella.
Una manera de trabajar que deberá ser viable y que tenga como principal objetivo exprimir todos los recursos a nuestro alcance más cercano. O lo que es lo mismo, apostar por la economía local y reduciendo costes y la contaminación que genera traer recursos de lugares lejanos.
Aquí el residuo no es algo inútil. Es algo que puede reutilizarse para volver a incorporarse al ciclo de producción y contribuir de esta manera positivamente con nuestro planeta.
Una manera que puede marcar la diferencia entre las empresas que abogan por un futuro mejor y donde el medio ambiente sea su gran aliado.
Y es que la economía de las Revoluciones Industriales ya ha dejado de tener cabida en un mundo donde para cuidarnos a nosotros, primero tenemos que cuidar de lo que nos rodea.
Gracias a la Economía Azul podremos servirnos de la naturaleza para darle a ella esa salud que se merece.