Siempre es un buen día para hablar sobre el mar y sus maravillas, pero hoy queremos poner foco en la pesca. ¿Es posible realizar una pesca sostenible? ¿Podemos hacer algo más por cuidar la biodiversidad de los océanos?
Cada 21 de noviembre se celebra el Día Mundial de la Pesca, día en que las comunidades de pescadores de cada país se reúnen con un mismo objetivo: trabajar para avanzar y cambiar la forma en que se gestiona la pesca y asegurar un ecosistema marítimo saludable.
A nivel mundial, la pesca es uno de los negocios más grandes e importantes. El problema de esto es que las pesqueras, con el fin de garantizar los objetivos económicos, utilizan técnicas realmente destructivas para el fondo marino, entre ellas la sobreexplotación de especies y la pesca no selectiva, siendo el Atlántico Nordeste y el Mediterráneo los océanos más afectados.
La acidificación de los océanos aumenta a un ritmo realmente alarmante, destruyendo y perjudicando la salud de nuestros mares. Para luchar contra esto, la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) recomienda que son los estados quienes deben iniciar el cambio y la lucha por un futuro de pesca sostenible, legislando la sobreexplotación y fomentando la calidad, diversidad y disponibilidad de los recursos pesqueros. A día de hoy, estas recomendaciones siguen sin ser escuchadas…
Existen muchas técnicas de pesca sostenible que pueden reemplazar a las destructivas, como la palangre, las nasas y las cañas. Por esto y mucho más la respuesta es sí, podemos decir que es posible hacer el cambio a una pesca con técnicas más sostenibles, comenzando por frenar la sobreexplotación de los recursos para garantizar la protección de las especies marinas.
No hay excusas para seguir haciendo oídos sordos a este tema, tenemos que dejar de pensar en que esto es un problema a largo plazo, porque el tiempo corre y el medioambiente no deja de sufrir las consecuencias.
El mar nos da vida, ¡ayudemos a que recupere la suya!