La Costa Brava es un lugar mágico, un lugar cargado de encanto gracias a las playas y calas que podemos encontrar. Viajar a ella significa poder disfrutar de parajes de aguas trasparentes, antiguos pueblos de pescadores y de una buena gastronomía.
Aunque hay muchísimas playas y calas hermosas, hemos hecho una selección de las mejores para hacer una escapadita este verano. Seguro que te encantan.
1. Cala Pola en Tossa de Mar
Es un enclave situado a unos 6 kilómetros de Tossa de Mar, de unos 80 metros de longitud, escondida en una pequeña bahía rodeada de rocas.
Además, no suele estar demasiado concurrida, por lo que se puede disfrutar de cierta tranquilidad.
Un rincón agradable, limpio y desde el que podrás contemplar cantidades de peces a través de las aguas cristalinas.
Una de las mejores playas de la Costa Brava que no podrás olvidar una que vez que vayas a visitarla.
Y si tu plan es descubrir, te recomendamos que vayas paseando hacia la Cala Giverola, la Cala Futadera y la Cala del Senyor Ramon, otras increíbles playas en el tramo de curvas que van a Sant Feliu de Guíxols.
2. Cala Jugadora en el Cap de Creus
En la zona del Parque Natural de Cap de Creus se encuentra una de las calas más impresionantes de la Costa Brava. Rodeada de formas rocosas, consecuencia de la erosión del mar y el fuerte viento de la tramontana, encontramos este paisaje idílico.
A unos 7 kilómetros de Cadaqués, y muy cerca del faro del Cap de Creus, es una caminata que te dejará con la boca abierta.
Un enigmático paisaje con aguas trasparentes. Una auténtica joya submarina donde podemos encontrar una importante colonia de posidonias.
Una cala sin ningún tipo de servicio debido a su alejamiento, donde se ruega el respeto del entorno y el lugar idóneo para practicar snorkel.
Sumérgete en este paraje y disfruta de un día inolvidable rodeado de lo mejor de la Costa Brava. Además, no dudes en descubrir los numerosos islotes que rodean a Jugadora, como las islas d’en Focat.
3. Cala Aigua Xelida en Tamariu
Unos 30 metros de playa, a menos de un kilómetro de Tamariu, un municipio perteneciente a Palafrugell. Un lugar perfecto para llegar andando mientras contemplas la belleza de un paisaje único.
Esta cala hace que te traslades y sientas que estás en el paraíso: aguas heladas y cristalinas y peces de colores. Si eres un apasionado del buceo, esta es la mejor opción para que descubras los encantos de sus aguas. Aguas claras en estado muy salvaje y natural que han conseguido mantener casi intacto el ecosistema acuático a través de los años.
Una cala que en realidad es una suma de playas realmente pequeñas, como es la de la Font, la d’en Gotes o la de Sorellera, y que está protegido por la punta des Banc y la punta d’Esguard.
4. Playa Illa Roja en Begur
Es la arena rojiza y una gran roca situada en el medio, los que otorgan este nombre a esta playa.
Una cala con encanto que se encuentra entre Begur y Pals y que cuenta con unos 100 metros de longitud.
Si lo que buscas es un baño rodeado de aguas cristalinas, con poca gente, con un ambiente relajado, Playa Illa Roja es lo que buscabas.
Su entorno te traslada a una playa exótica y es uno de los mejores lugares para practicar deportes acuáticos como el snorkel o el buceo, mientras descubres las especies animales y vegetales que conviven en la gran roca de esta playa.
Disfruta de la naturaleza y la calma de este destino paradisiaco, y no olvides tu cámara. Quedarás impresionado.
5. Cala S’Alguer
Un enclave situado en la localidad de Palamós que parece mantenerse intacta desde su nacimiento. Un paisaje de postal rodeado de bosque y de casas de pescadores. Una cala muy tranquila a la que es imposible acceder con coche, pero que merece la pena visitar por la belleza que la inunda.
Antigua residencia de pescadores que tiene su origen en 1521, cuyas casitas de pescadores se han convertido en testimonio del pasado marinero de este pequeño pueblo, rodeado de aguas transparentes y limpias.
Además, en sus fondos marinos, se pueden contemplar algunas de las especies más raras de la Costa Brava como son los corales.
Aunque no disponga de los servicios propios de las grandes playas, éstos no se echan en falta porque el paisaje virgen hace que te olvides de todo por unas horas.
Cala S’Alguer fue declarada por la Generalitat de Catalunya como Bien Cultural de Interés Nacional, por su excelente estado de conservación y elevado valor paisajístico.
Y estas son algunas de las grandes playas que podemos encontrar en nuestra amada Costa Brava. ¿A qué esperas para visitarlas?